Podría sentir la redondez de tus caderas,
la perfección de tus muslos.
Podría ahogar mi sed en la suave
humedad de tu vientre, en el dulce
aroma de tu sudor.
Mi sed de ti,
sed de no tenerte, sed de no
pertenecerte; sed de tu ausencia y
sed de tu mirada; sed de
deseo incontenible y agobiante,
que recorre a cada momento
mi alma, gofrando tu nombre
como agua encarcelada. Tallando
suavemente cada inicial,
como oculto ámbar.
Podría beber cada gota de ti, hasta
vaciar completamente cada instante
de pasión no explorada.
Sentir el agitado latir de tus sentidos,
recorriendo la cálida noche, al ritmo
de un susurro ahogado.
INTERNHA
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